Abril ha sido un mes divertido como parte del equipo voluntarias Riga. Mi compañera y yo lo empezamos con un pequeño viaje a la ciudad de Ogre para conocer a otros voluntarios (alemanes, en este caso) que están trabajando en una escuela rural con niños letones. Les ayudamos a organizar un evento para celebrar el día de la tierra, hablamos con los pequeños, e hicimos miles de fotos.

A mediados de mes, decidimos darnos un capricho y disfrutar de las oportunidades culturales de Riga. Compramos tickets para asistir a un concierto de una orquestra húngara (The Lords of the Sounds) que tocaba las bandas sonoras de algunas películas nominadas a Oscars. Fue de lo más emocionante, y escuchamos en directo los temas de Star Wars, Harry Potter, Matrix, Titanic, etc.

Abril también era un mes de objetivos personales. Decidí a enfrentarme a mi miedo de perderme por la ciudad, así que realicé varias exploraciones en solitario por Riga. Por supuesto, me perdí un par de veces, pero me ha ayudado mucho a hacerme más con la ciudad y a disfrutar esos momentos con mi única compañía. Tuve la oportunidad de ir a un par de eventos gratuitos, también. Uno de ellos era una proyección de un documental australiano, y otro era la celebración de la Semana de la Moda Sostenible, en la que proyectaron un documental y realizaron varias charlas en inglés.

A pesar de mi objetivo, también he pasado grandes momentos con mis amigos letones y compañeros de SVE. Recuerdo en especial un día con mi compañera francesa y mi compañero de piso letón, en el que fuimos a comer fuera y a explorar los distritos más secretos y abandonados de la ciudad. ¡Toda una experiencia!

Por otro lado, a lo largo del mes hemos seguido con nuestras clases de letón. Brigita, la profesora, tiene un estilo bastante informal de enseñanza, así que aprendemos pasito a pasito, yendo al mercado a comprar, hablando con personas en la calle, pidiendo pasteles en las cafeterías… Aunque es un idioma difícil, cada vez entiendo más palabras y soy capaz de formular más frases : )

Otro evento destacable es que un colegio de Jugla me invitó a dar un taller sobre reciclaje y cero residuos a una clase de niños de 11 años. Hice una presentación bastante dinámica, y enseñé a los niños cómo hacer una bolsa de tela a partir de una camiseta vieja. ¡Les encantó!

Por último, en mi organización ayudé a preparar una noche de story telling en la que varios estudiantes letones vinieron a compartir sus experiencias como SVE en otros países. Fue muy curioso descubrir la otra cara de la moneda con ellos, y sin duda fue de gran ayuda escuchar sus historias y experiencias.

Abril ha pasado tremendamente rápido, y mientras escribo estas líneas me doy cuenta de que han pasado, oficialmente, tres meses desde que cogí mi avión destino Riga. ¡Tres meses! Han pasado muchas cosas desde esa primera noche en la que me encontré cara a cara con la ciudad, y siento que estoy evolucionando muy deprisa. Me siento más independiente, más valiente, más vulnerable. Cada día descubro algo nuevo. Cada día tengo una oportunidad para enfrentarme a mis miedos y para demostrarme a mí misma de lo que soy capaz. Cada día me siento muy agradecida de tener esta oportunidad y de estar aquí.

 

Escrito por Cristina, voluntaria europea en Letonia

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