Alejandro continúa su voluntariado enseñando a jóvenes en Rumanía

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Empiezo a escribir esto mientras estoy viajando por Transilvania, en una de las muchas oportunidades de voluntariado profesores que el Servicio de Voluntariado Europeo te da: conocer el país donde vives y viajar.

Mi voluntariado profesores en Rumanía empezó hace ya casi cuatro meses, aunque a mí me hayan parecido cuatro semanas, es raro, cuando me iba a ir seis meses fuera parecía mucho, pero estando aquí me he dado cuenta de que no es nada.

En estos cuatro meses han pasado muchas cosas, yo aquí voy a contaros como ha sido mi experiencia hasta ahora y todo lo que el voluntariado te da (que es más de lo que tú das).

El proyecto trata sobre concienciación cultural y multilingüismo y está dividido en dos partes. En los primeros meses del voluntariado, junto con mis compañeros de piso y de trabajo, íbamos a colegios e institutos y hacíamos actividades culturales con ellos: quizs, canciones, juegos… La segunda parte empezó hace un mes y aunque con algunos problemas (una de las cosas que aprendes en el SVE es enfrentarte a problemas y resolverlos) la estamos sacando adelante, tenemos clubes de idiomas y los estudiantes pueden elegir el idioma que quieren aprender o del que quieren saber más, además también seguimos haciendo actividades y workshops sobre nuestros países y Europa y a veces nos juntamos con otro proyecto de la asociación y hacemos actividades juntos.

Pero algo que sobresale dentro del voluntariado es que puedes ser creativo, tener iniciativas propias y la oportunidad de implementarlas o tener la oportunidad de participar en otro tipo de eventos fuera de tu proyecto, por ejemplo, participé en una conferencia sobre minorías organizado por la Universidad de Craiova y tuve la oportunidad de hacer una presentación de un tema que yo escogí.

Durante el voluntariado, si dura seis meses o más, tienes la oportunidad de hacer dos “trainings”, uno durante el primer mes desde tu llegada y otro a mediados del proyecto. En el “On Arrival Training” todo es nuevo y maravilloso, conoces un montón de voluntarios de otros países que están en tu misma situación y compartís una semana juntos que puede cambiarte para siempre. Hace poco volví del “Middle Term”, que se hizo en Brasov, una de las ciudades más bonitas de Rumanía. En este segundo “training” coincidí con gente que ya conocía de antes y conocí a otra gente nueva. Este sólo dura tres días y en él compartes tus experiencias dentro del voluntariado, como te sientes, problemas que han aparecido…

El SVE te ofrece muchas oportunidades: viajar, conocer otras culturas, conocer otros países, hacer algo por lo que te puedes sentir orgulloso… En mi caso, nunca había vivido fuera de Salamanca y cuando llegué aquí, empecé a vivir de un día para otro con personas que no conocía de nada y de culturas diferentes: una alemana, un italiano, una marroquí y un español (bueno, aquí no hay mucha diferencia cultural). Aprendes mucho de vivir con personas de otros países, pero, además, no sólo es vivir con estas personas, también trabajas con ellas y con personas del país en el que estás, en mi caso de Rumanía y es cuando te introduces en la sociedad, cuando te das cuentas de que la idea que se tiene en España sobre Rumanía no es verdad. Si tenéis dudas de venir a Rumanía, porque tus amigos o familiares tienen ciertos estereotipos, no hagáis ni caso, este es un país precioso.

En definitiva, me quedan aquí dos meses más y no quiero que acaben, está siendo una de las mejores experiencias de mi vida, estoy trabajando con adolescentes (algo que nunca había hecho antes), conociendo gente maravillosa, conociendo un país precioso y quitándome de encima los estereotipos (que para algo mi proyecto va sobre eso).

 

Escrito por Alejandro, voluntario español en Rumanía

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