Pronto hará un mes que llegamos de nuestra experiencia de intercambio Erasmus+ en Hungría (Debrecen), pero aún recuerdo como si fuera ayer las calles, luces navideñas, y sobre todo a las personas con las que compartimos esa semana.
El proyecto giraba alrededor de las redes sociales, y sobre ello hablamos largo y tendido en las diferentes sesiones que se desarrollaron en el centro cívico. Más de una veintena de jóvenes de diferentes países, con distintas visiones y experiencias, intercambiamos nuestras impresiones, y creo que todos aprendimos más que bastante, tanto del vasto mundo de internet como de las culturas de los compañeros.
La asociación Aktív Európai Fiatalokért Egyesület (¡probad a decirlo de corrido, valientes!) nos acogió con los brazos abiertos; la comunicación con ellos fue continua, tanto antes de partir como durante el proyecto, en el cual se mostraron abiertos y dispuestos a ayudarnos en lo que hiciera falta y más. Es de agradecer, que resulta tranquilizador saber que hay alguien al otro lado pendiente de ti.
Formamos un buen grupo; quizá el esfuerzo por mezclarnos entre países no fue suficiente (en el alojamiento estábamos separados por países), pero creo que llegamos a llevarnos todos bien, a trabajar como un equipo unido e incluso forjar amistades.
Además de las sesiones relacionadas con las redes sociales, realizamos una interesante visita a la universidad de Debrecen, y a su gran invernadero, lleno de plantas de los cinco continentes. Por supuesto, también tuimos tiempo de conocer la ciudad; al ser época navideña, estaba completamente iluminada, y en el mercado navideño pudimos degustar el famoso vino caliente forralt bor en húngero) y el kürtös kalács, un dulce típico, ambos ideales para combatir el duro frío otoñal.
La experiencia ha sido muy recomendable. He aprendido, he conocido gente y lugares diferentes, y también he disfrutado. Tengo que dar las gracias a Aktív Európai Fiatalokért Egyesület, y por supuesto, a Building Bridges.
Te dejo debajo unas cuantas fotos de mi intercambio
Escrito por Ana María, becaria Erasmus+ en Hungría
Add a comment