¡Hola! Os contaré mi experiencia durante los 12 meses que he vivido en Jena, Alemania, una ciudad maravillosa llena de vida, gente, parques, bosques y montones de planes y actividades interesantes.
Durante mi año en Jena he sido voluntaria en una guardería con niños de tres a seis años, que trabaja con conceptos de pedagogía libre, es decir, de forma natural y honesta, plantearse formas de trabajar con los niños para ofrecerles el mejor apoyo posible con muchos juegos, libertad y cariño.
La primera impresión general al trabajar en una guardería en Alemania es la apertura (no solo en mi guardería) hacia la propuesta de formas nuevas de trabajar con los niños y replantearse sobre como realizar un trabajo mejor. En mi guardería gran parte del profesorado está habituado a reflexionar sobre como mejorar su labor como docentes y esto se puede ver reflejado en los niños y niñas a través de la forma que estos muestran de comunicarse y expresarse.
Mi función principal en la guardería ha sido la de jugar y ayudar a los niños y niñas y ofrecer apoyo general, como por ejemplo ayudar a los niños a vestirse, a dormir la siesta y a levantarse, apoyarles cuando se hacen una heridita, echar una mano en el comedor, acompañar en las salidas al parque, leer cuentos, pintar…
Cabe destacar que yo llegué a Alemania con cero conocimiento de alemán, lo que dificultó la comunicación y afianzamiento de vínculos en ciertas ocasiones, aunque, por otra parte, esta situación provocó tener que crear nuevas herramientas y reflexionar sobre como podía solventar situaciones a través de otras formas de comunicación para poder adaptarme a esta nueva situación.
Ahora que ha pasado un año puedo observar el gran cambio y avance de haber vivido una experiencia que me ha hecho tener que “buscarme las castañas” de mil maneras diferentes y hacerme crecer mucho como persona.
En mi caso personal he hecho mi CES en la barrera de los 29/30 y para mí ha sido una experiencia diferente a la de mis compañeros y compañeras voluntarias que suelen realizarla bastante más jóvenes. Esta oportunidad ha sido una ventaja estupenda para explorar esta área educativa que de otra forma no podría haberlo hecho de una manera tan interesante. Al tener todas las necesidades básicas cubiertas y poder centrarme en aprender y reflexionar sobre mi futuro laboral ha sido de gran utilidad en esta etapa vital, hasta el punto de decidir quedarme a vivir en Alemania y trabajar en una guardería aquí.
Este ha sido un gran año para reflexionar sobre como se cuida la etapa de educación infantil en otro país y poder adquirir conocimientos muy valiosos para mi vida laboral y ayudar a observarme y saber mejor lo que quiero en mi vida.
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Hello! I will tell you about my experience during the 12 months I have lived in Jena, Germany, a wonderful city full of life, people, parks, forests, and plenty of interesting plans and activities.
During my year in Jena, I volunteered at a kindergarten with children aged three to six. The kindergarten follows the principles of free pedagogy, which means working with the children in a natural and honest way, seeking ways to provide them with the best possible support through play, freedom, and affection.
The first overall impression while working in a kindergarten in Germany is the openness (not only in my kindergarten) to new ways of working with children and rethinking how to do a better job. In my kindergarten, a significant part of the teaching staff is accustomed to reflecting on how to improve their work as educators, and this is reflected in the way the children communicate and express themselves.
My main role in the kindergarten has been to play and help the children, offering general support, such as assisting them in dressing, taking naps, and getting up, comforting them when they get a little injury, helping in the dining area, accompanying them on trips to the park, reading stories, painting…
I have to say that I arrived in Germany with zero knowledge of German, which made communication and building bonds challenging at times. However, on the other hand, this situation pushed me to create new tools and reflect on how to overcome situations through other forms of communication to adapt to this new environment.
Now that a year has passed, I can observe the significant change and progress that living this experience has brought. It made me find solutions in a thousand different ways and allowed me to grow as a person.
In my case, I completed my CES experience at the age of 29/30, which was different from my younger volunteer colleagues. This opportunity has been a fantastic advantage to explore this educational area in a way that wouldn’t have been possible otherwise. With all basic needs covered, I could focus on learning and reflecting on my future career, which has been incredibly valuable at this stage of my life. In fact, I have decided to stay and work in a kindergarten in Germany.
This has been a remarkable year for reflecting on how early childhood education is provided in another country and gaining invaluable knowledge for my professional life. It has also helped me better understand myself and what I want in life.