¡Hola! Me llamo Miriam, tengo 29 años, soy de Barcelona y durante los últimos seis meses he estado realizando un proyecto de voluntariado gracias a YesEurope y a la Asociación InCo en la preciosa ciudad de Mantova, en Italia. Dos de mis grandes pasiones han sido siempre el arte y la educación, así que Italia fue mi primera opción para mi experiencia de voluntariado dentro del marco de ESC. Además, otra de mis grandes motivaciones era aprender a hablar fluidamente italiano, y ¡vaya si lo he conseguido! Lo que yo no sabía es que se convertiría en una de las experiencias más positivas y extraordinarias de mi vida.
Mi voluntariado ha consistido, principalmente, en ser profesora asistente en el ITET Andrea Mantegna, diseñando y compartiendo clases de inglés, español y Judo con los estudiantes. No obstante, debo decir que la parte más importante de mis responsabilidades ha sido, sin duda, la creación de experiencias de aprendizaje valiosas y duraderas, promoviendo intercambios culturales y compartiendo mi cultura catalana. Además, he tenido la gran oportunidad de dialogar y trabajar con los estudiantes y profesores acerca de temas importantes como la democracia, las nuevas tecnologías, el arte, las futuras oportunidades profesionales, el voluntariado y el autoconocimiento personal. El objetivo común de todas estas actividades ha sido siempre la creación de conexiones entre los intereses de los estudiantes y mis experiencias, la promoción del pensamiento crítico, el autoconocimiento y el aprendizaje de soft skills y valores. Mediante la realización de situaciones de «role play» en el aula, debates y conversaciones en diferentes idiomas se ha conseguido que los estudiantes se impliquen activamente en cada una de las actividades y temas propuestos y, a la vez, que yo haya aprendido muchísimo de las lecciones compartidas con ellos y ellas. He disfrutado mucho de este proyecto de voluntariado porque hemos intercambiado risas, aprendizajes e intereses y porque me he sentido valorada cada día también por parte de todos los profesores y profesoras. Además, también he estado enseñando Judo durante nuestras clases de educación física, un deporte que me apasiona por completo y que me ha acompañado toda mi vida. Ver cómo los alumnos descubrían y disfrutaban este nuevo deporte conmigo también ha sido una gran motivación y alegría durante todos estos meses. Debo decir que su curiosidad por absolutamente todo y su entusiasmo han sido claves, el motivo por el que venía cada mañana con una sonrisa en el ITET Andrea Mantegna y disfrutaba cada lección con ellos. Juntos hemos intercambiado los “buongiorno” y los “ciao” desde el primer día, haciéndome sentir acogida y parte del instituto. Además, gracias a su paciencia y a la gran ayuda de mis compañeros de trabajo allí, inicié mis lecciones en inglés y español principalmente, pero he sido capaz de terminarlas en italiano y conseguir hablar la lengua fluidamente.
Por encima de todo, este proyecto de voluntariado ha sido un viaje de aprendizaje increíble para mí. Con esta experiencia, no solo he aprendido mucho sobre el trabajo de los profesores y el sistema educativo en Italia, sino que también he adquirido un conocimiento increíble sobre el estilo de vida y la cultura del país. Una de las cosas más valiosas de estos meses ha
sido la posibilidad de conectar con los habitantes locales y aprender el idioma, además de conectar mejor conmigo misma y ser más independiente. En mi caso, ha sido la primera vez que vivía sola en un país extranjero, hecho que al principio suponía todo un reto pero que con el tiempo se ha convertido en un gran crecimiento personal para mí. No obstante, tengo que decir que he sido muy afortunada de tener a gente increíble a mi lado, entre ellos mis compañeros de trabajo y mi compañera de piso Alessia, con la que hemos hecho una gran amistad. Estos meses no hubieran sido tan maravillosos sin los profesores y profesoras con los que he trabajado, que me dieron una bienvenida increíble cuando llegué a Mantova y que me han hecho disfrutar cada día de mi trabajo en el instituto. Con todos ellos he compartido una gran complicidad desde el primer día y me han apoyado y animado muchísimo durante todo mi proyecto, hecho que también ha propiciado que haya crecido profesionalmente y me haya convertido en una mejor profesora. Puedo afirmar que algunos de ellos se han convertido en grandes amigos y que no podría pensar en mis meses en Italia sin ellos.
De hecho, para mí la parte más gratificante y hermosa de esta experiencia de voluntariado no han sido solo el conocimiento y las valiosas experiencias que he vivido, sino también todas las personas con las que he compartido este capítulo de mi vida: mi querida compañera de piso, mis amigos en Mantova, la Asociación InCo, YesEurope y otros voluntarios de todo el mundo que me han abierto la puerta a innumerables momentos que estoy segura de que recordaré siempre. Estos momentos son los que hacen que esta experiencia haya valido la pena desde el primer minuto y, sin duda, considero que una experiencia de voluntariado ESC es algo que todo el mundo debería hacer una vez en la vida.