Mabel en su séptimo mes en Dinamarca

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Y aquí me tenéis nuevamente. Ya han pasado 7 meses desde que empecé el proyecto en The International, el departamento internacional de las muy conocidas escuelas danesas efterskoler. He de decir que he sentido el tiempo pasar muy rápido. Pero antes de empezar a enrollarme, vamos a empezar por y desde el principio.

Mi nombre es Mabel, soy de Ecuador y vengo de Barcelona-Catalunya.
¿Por qué un Voluntariado? ¿Por qué Dinamarca? y ¿Por qué The International?
Bueno, porque ¡siempre quise hacer uno! Pero no había tenido oportunidad de hacerlo antes. Así que decidí que era hora de cambiar eso y ¡Aquí estoy! Aunque mentiría sin digo que elegí el voluntariado por el País. En realidad, mis elecciones se basaron en una equilibrada balanza entre mis intereses y mis necesidades.

El programa The international así como otro programa en Belfast fueron los únicos dos programas que lo cumplían y a los que apliqué. Por una parte, el programa de The international me llamó muchísimo la atención por su foco central en el desarrollo educativo y personal de los alumnos como el hecho de que era la única escuela en que se hablaba 100% inglés. Por otra parte, Belfast tenía un proyecto de Homeless families al que me sentía muy afín.

Mis intereses en realidad son muy variados y distintos, y no se pueden reflejar únicamente en el ejemplo de las elecciones que he comentado que hice.
Pero tienen un punto en común como objetivo: una sociedad saludable y por su puesto mejorar mi Ingles. Pero, hay una cosa más. Mi objetivo al hacer un voluntariado no era sólo aportar mi granito de arena, si no también moverme en un ambiente distinto al que solía moverme y potenciar o descubrir habilidades, ganar confianza en mí mismo, auto-conocerme, etc.
¿Cómo ha sido tu vida durante estos 7 meses? ¿Cómo son los daneses?
Bueno ¡ha habido de todo! Y como dije anteriormente ¡el tiempo se me ha pasado volando! Estar aquí a veces es como una montaña rusa y tienes que aprender a no dejarte arrastrar por ella y mantenerte estable y de la forma más equilibrada posible. Así que, sí, he tenido altibajos. Ha habido cosas buenas y cosas no tan buenas. Pero contenta de haber sido capaz de superar esas fases y de seguir adelante más fuerte y serena.
Una de las primeras cosas que te encuentras al ir a otro país a trabajar y a vivir es que empiezas a formar parte de una cultura laboral distinta a la tuya. Los daneses van muy a su bola. Ellos no están encima de ti, supervisándote y diciéndote lo que tienes que hacer. Confían y esperan que sepas cuáles son tus tareas y que seas lo suficientemente capaz y responsable de hacerlas. Están tan concentrados en sus propios asuntos que muchas veces he tenido que ir detrás de ellos para enterarme de qué estaba pasando. Cuando se cambiaba algo del plan, ¡muchas veces se olvidaban de informarnos! Pues claro, ellos ya sabían que tenían que hacer.

Al principio me volvía loca y era para mí todo muy caótico pero con el tiempo me fui acostumbrando. Es decir, le coges el truquillo, ya sabes.
Estar presente lo máximo posible y preguntar mucho. Pero algo que me gusta mucho es que a la hora de tomar decisiones, nos reunimos todos y hablamos sobre el asunto. Todos tienen voz y no lo decide el de más rango. Tener iniciativa y crear tus propios proyectos son más que bienvenidos y normalmente te permiten hacerlo pero no esperes te hagan ellos el trabajo. Tú propones, tú creas: tu responsabilidad. Pero claro, si necesitas ayuda con algo, no se van a negar. Ahora a veces me pregunto si seré capaz de volver a la cultura laboral más jerarquizada o tendré que encontrar una forma de cambiar las reglas.
Puedo decir también que me gustan las personas que pertenecen al proyecto y trabajan en él. Me dieron una cálida bienvenida. Son relajados, divertidos, inteligentes, amables y educados pero, sobre todo, ¡muy buena gente! También me gustan la mayoría de mis estudiantes. ¿Qué le vamos a hacer? esto no es un cuento de hadas. Muchos son encantadores, energéticos, inteligentes, talentosos en muy diferentes maneras y por supuesto también traviesos.
¿Qué haces en tu Proyecto?
Hay muchas cosas que hacer en el proyecto. Es una escuela muy ocupada en general. Pero va cambiando según las necesidades y los meses pero en general la mayor parte de mi trabajo es asistir a los profesores y alumnos en asignaturas como español, perspectivas globales y alemán. También hago mucho trabajo de supervisión en los Studyhall, Duty evenings. Crear y preparar actividades de ocio de cualquier tipo para los estudiantes aunque no siempre asisten (hay que aprender a vivir con ello). También
estuve ayudando un tiempo en las clases de Danza y fui responsable junto con la otra voluntaria de crear el Language Camp (un evento de una semana que se hace una vez al año para los posibles futuros estudiantes)
La verdad me siento muy orgullosa de ese evento. Salió genial! Ahora nos queda el Summer Camp. Veremos cómo va… Pero no todo es trabajo!
También me he ido de viaje con los alumnos! Hemos hecho actividades divertidas y conocido sitios interesantes. Hemos tenido huéspedes de partnerschools de otros países como España y Australia y hemos podido conocer nuevas personas y yo disfruté mucho la visita de España si os soy sincera.
¿Has conseguido tus objetivos? ¿Es lo que esperabas? Cuéntanos más…

He tenido la oportunidad de trabajar en mi misma a muchos niveles, no sólo en habilidades sino también emocionalmente. Aquí sobretodo he puesto en práctica muchas de mis habilidades de Inteligencia emocional y social. Y me gusta mucho ver cambios en mí y sentirme más relajada y segura cuando hago las cosas. Me gusta ser capaz de comunicarme en Inglés más fluidamente aunque aún me falte mucho para hablarlo apropiadamente. Me gusta haber sido capaz de dirigir clases y eventos por mi cuenta y que hayan salido bien. En general, considero que ha sido una experiencia positiva y enriquecedora. Y es lo que me llevaré conmigo.

Por supuesto, uno de los retos ha sido el tiempo. Los primeros seis meses han sido los más ocupados y a veces era difícil encontrar tiempo para pensar en todo lo que había pasado y poner en orden mis ideas y emociones. Pero se puede. Ahora sólo falta ponerme de acuerdo en cuál es mi siguiente destino.

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