Y aquí vamos a enfrentar nuestra última semana como SVEs en Rumania este año. La Navidad está en la esquina y nuestras familias nos esperan en casa. La nieve hizo su primera gran aparición, por lo que no olvidamos que el invierno está aquí para quedarse por un tiempo. Con esto, llega nuestro momento de un descanso, pero no parece necesario. Todavía no he tomado el avión y ya estoy pensando en volver. Supongo que es una muestra de lo buena que ha sido esta primera etapa de la aventura que está llegando a su fin.
Y aquí voy a afrontar la última semana del año como SVE in Rumanía. Las
navidades están a la vuelta de la esquina y nuestras familias nos esperan en casa. La nieve acaba de hacer su primera gran aparición para asegurarse de que no nos olvidamos de que el invierno ya está aquí para quedarse por una temporada.
Con ello también ha llegado nuestro tiempo de descanso, pero, de
alguna manera, no parece que sea necesario. Supongo que es la muestra de lo positiva que ha sido esta primera etapa que justo llega a su fin.
Esta semana se divide entre la alegría que traen consigo las fiestas navideñas y los “hasta pronto” – nunca “adiós”- a nuestros compañeros de aventura.
Como ya he dicho, es solo un descanso, pero por alguna razón siento cierta
tristeza. Quizá sea porque de repente soy consciente de lo rápido que pasa el tiempo y de que esta experiencia no es más que un corto periodo de tiempo en nuestras vidas que llegará a un final. En cualquier caso, estoy aquí para disfrutar, aprender y desarrollar mis habilidades y exprimir cada oportunidad que se me presenta, por lo que seguiré esforzándome al máximo cuando vuelva para poder seguir viendo las caras entusiastas de los niños y jóvenes con los que cada día creamos un mejor futuro.
Asimismo, incluso a la gente como yo a la que no le gusta la navidad, la
cercanía del final de año despierta cierta nostalgia, por lo que resulta inevitable mirar atrás y hacer un resumen de lo que se ha vivido en los últimos 12 meses.
Es un momento de sentir gratitud por lo que tienes y es lo que quiero hacer:
usar estas últimas líneas para agradecer a todos los que hacen esta estancia
en Baia Mare posible y tan bonita y compleja como es. Alina, quien siempre
prueba nuestros límites; Tudor, que siempre nos saca una sonrisa; Marian, el alma aventurera e irritante en el mejor de los sentidos; Calina, mi confidente y una de las mejores y más maravillosas sorpresas aquí; Roxi, que siempre está dispuesta a burlarse de todo; todos los voluntarios de YMCA y SVE que nos han ayudado a integrarnos.
Y cómo olvidar a mi peculiar nueva familia:
Catarina, Alejandro y Cindy.
Y, por supuesto, todo el apoyo que tuve y aún tengo en casa en todos aquello que me empujaron y motivaron a embarcarme en este viaje – los que todavía están allí y los que no encontraré cuando vuelva-: mi familia más cercana, Laida, Pitxon, Lierni, Nu, Borja. Maite zaituztet.
Esta semana está dividida entre alegres fiestas navideñas y «hasta la fecha», nunca despedidas. Como dije, es solo un descanso, pero de alguna manera se siente muy triste. Tal vez repentinamente me di cuenta de lo rápido que pasa el tiempo y de que esto es solo un momento corto y final en nuestras vidas. O tal vez es solo que la nieve me hace sentir mucho más emocional de lo que debería ser. De todos modos, estoy aquí para disfrutar, aprender, mejorar mis habilidades y aprovechar al máximo esta experiencia, así que seguiré haciendo lo mejor cuando regrese para poder ver caras más entusiastas de lo que todos juntos estamos creando día a día.
De todos modos, incluso para la gente que no le gusta la Navidad, como a mí, el final del año es un momento para mirar hacia atrás y hacer un resumen de lo que sucedió este año. Es un momento para sentirte agradecido por lo que tienes, y yo también. Usaré estas últimas líneas para agradecer a todos aquellos que han hecho posible esta experiencia de Baia Mare, tan hermosa y compleja como es: Alina, quien siempre está empujando nuestros límites; Tudor, que siempre nos hace sonreír; Marian, el alma aventurera y molesta; Calina, mi confidente y una de las sorpresas más grandes y maravillosas que obtuve aquí; Roxi, que siempre está dispuesto a burlarse; todos los voluntarios de YMCA y EVS que nos ayudan a integrarnos todos los días. Cómo olvidar a mi extraña nueva familia: Catarina, Alejandro y Cindy.
Y, por supuesto, el apoyo que tuve y tengo en casa con todos los que me empujaron en esto y me motivaron a tomar este camino, los que todavía están allí y los que no encontraré cuando regrese,: el más cercano familia, Laida, Pitxon, Lierni, Nu, Borja. Maite zaituztet.
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