Alberto en el curso de innovación social en Rumanía

Comenzaré diciendo que no todo el mundo tiene la oportunidad de este intercambio Erasmus+ en Rumanía me ha permitido conocer una de las regiones más tradicionales de Europa, donde la población se encuentra aún muy apegada a sus costumbres y tradiciones y la naturaleza domina un entorno plagado de viejos monasterios y hermosas edificaciones talladas en madera. Esta región de la que hablo es Maramures, provincia situada al noroeste de Rumanía y a escasos kilómetros de la frontera con Ucrania. Fue aquí, donde jóvenes de diversos confines de Europa se reunieron para dar vida al Intercambio Erasmus+ ‘Social Innovators’ del 16 al 23 de junio. La experiencia, como todas, ha sido única pero espero que no irrepetible.

Durante aquella semana en los alrededores del pequeño pueblo de Sighetu Marmatiei, adquirimos un conocimiento básico de lo que es el Emprendimiento Social y por qué resulta tan importante hoy en día, visitamos diversas empresas sociales de la zona que empleaban a personas con discapacidad lo que nos ayudó a labrarnos una idea de qué es en la práctica una empresa social y qué la hace tan diferente de un negocio tradicional enfocado únicamente en los beneficios.

Tras esta experiencia vengo con la maleta cargada de ideas nuevas y considero sin duda que he adquirido una serie de habilidades y competencias que con total seguridad emplearé en un futuro. Una de las actividades clave en el proyecto fue la de elaborar un plan de negocio social en grupo con personas de diferentes nacionalidades, esto fue sin duda un acierto pues no sólo adquirimos los conocimientos necesarios para desarrollar un plan de negocio, sino que, por otra parte, tuvimos que trabajar codo con codo con personas de diferentes países y culturas para sacar adelante nuestro proyecto con lo que nuestras habilidades de aprendizaje intercultural mejoraron muchísimo.

Y es que esto último es una de las partes más importante de todo Intercambio, aquí el aprendizaje no solo se limita al tema central del proyecto, sino que va más allá. La mezcla de diferentes culturas e ideas convierte a toda persona en una fuente única de conocimiento de la que, a través de una simple conversación, siempre puedes aprender algo nuevo. Es por ello por lo que recomiendo encarecidamente a todo joven que tome parte en proyectos de este tipo. Mi experiencia en Rumanía ha sido magnífica ¿Lo será la tuya?