Mayo, igual que los dos meses anteriores empezó en casa en aislamiento social. Llegó el calor y con el vivir casi todas las horas del dia en el balcón, los helados, las salidas a dar alguna vuelta, incluso a la playa (cuando pudimos ir).
Llegó el momento de despedirnos de uno de nuestros compañeros de piso, Alexis, que volvía a casa, así que hicimos una pequeña fiesta de despedida jugando a algunos juegos y riéndonos mucho, ¡ojalá la vida nos vuelva a cruzar! Seguí comunicandome con mi familia y amigos por videollamadas eternas. Continuamos cocinando, bailando, riendonos, cantando, jugando a cartas, etc. en casa hasta que llegó el dia de volver a ponerse manos a la obra en el trabajo.
Volví muy insegura, con mucho miedo de haber perdido toda la confianza que habia ganado en los 6 meses previos al aislamiento social. Pero la sorpresa fue cuando me pareció que no habian pasado esos dos meses, todo iba bien, con seguridad y más ganas que nunca. Durante lo que quedó de mes, me tocó compaginar el trabajo, donde a parte de jugar, salir, etc. ayudo con las classes online a los y las niñas, con hacer cosas con mis amigos como ir a la playa, a Sintra, etc.
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