Dime dónde te sientas en el avión y te diré quien eres

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Ya estamos. Otro viaje a la vista, billetes de avión comprados, todo listo en destino! Solo falta sacarnos la tarjeta de embarque y presentarnos en el aeropuerto, quien dos horas antes, quien justo a tiempo. Dependiendo de la compaña aérea podemos sacarnos la tarjeta online 1 semana antes o a partir de 24 horas antes del vuelo, así, porqué les gusta, por meter mas emoción a tu viaje y presentarte al embarque aún mas animado.

Cuando llega la hora de sacar la tarjeta estamos solos delante del ordenador: tu, el ordenador y un montón de preguntas que si te equivocas acabas comprándote un piso en la costa o un coche en Berlín. Pero hasta los mas expertos, los que ya saben como saltarse todos esos pasos, si que paran delante de la opción de escoger un asiento. Prácticamente todas las compañías ya no te dejan elegir «by the face», ahora toca pagar, y el precio varia según el sitio donde quieres sentarte, incluso si quieres sentarte a lado de la persona o personas que viajan contigo, como si quisieran fomentar el intercambio de parejas.

Allí, en ese momento puedes escoger entre dos opciones: la primera es que pasas de todo, te da igual donde vayas a estar sentado pero «ni de broma les doy 10€ por reservar un asiento». La segunda, que es mas una decisión de estomago, prevé la posibilidad de reservar ese asiento que no sabes porqué pero te da buenas sensaciones, o buena suerte porque siempre aterrizas sano cuando vuelas (los demás igual no, pero no importa porque en la mayoría de los casos ni nos acordamos de sus caras al bajar).

Por supuesto están los que eligen ventanilla por muchas razones:  las vistas inmejorables que puedes conseguir sentándote ahí y no solo eso, sino las fotos que puedes hacer para dar un poco de envidia subiéndola a tus redes sociales. O los vídeos despegando o aterrizando, para aterrorizar aún mas al vecino que no para de rezar. Por no hablar de la posibilidad de poder apoyar la cabeza y echar una siesta reponedora. Pero como todo en esta vida, también tiene sus desventajas, y es que cada vez que quieras salir al servicio o simplemente estirar un poco las piernas, tendrás que incordiar al que está a tu lado más de una vez. Yo personalmente prefiero estar con los ojos cerrados y que alguien me pida levantarme a que pase lo contrario. Muchas veces he llegado al límite de capacidad de mi vejiga por este motivo.

 

Entonces, ¿tiene ventajas sentarse en el asiento que da al pasillo? Por supuesto. En primer lugar, puedes levantarte a tu antojo sin necesidad de molestar a nadie o sin sentirte incómodo porque has despertado a la persona que tenías al lado solamente para salir de tu cubículo. También (y sobre todo para las personas de más de 1’70) es un sitio muy cómodo para poder estirar las piernas sin ningún problema, menos cuando pasa el carrito y te dan en toda la rodilla.

Pues parece ser que ya en ese momento en que estás decidiendo si escoger asiento o no, y en que lado reservarlo, está influyendo tu personalidad, tu modo de ser en la vida cotidiana, la que pasas en la tierra firme.

La doctora Becky Spelman, psicóloga jefe de la clínica privada de terapia de Harley Street, comentaba al diario ‘The Telegraph’ que «los pasajeros que prefieren el asiento de la ventanilla lo hacen para tener el control (…) son más irritables y prefieren vivir en su propia burburja».

Por otra parte, la psicóloga conductual Jo Hemmings coincide con Spelman en que estas personas suelen ser mucho más reservadas que otras. Tal y como ha contado al diario londinense, «la gente que se sienta en la ventanilla tiende a ser más egoísta (…) suelen ser pasajeros menos ansiosos y experimentados para poder, con más confianza, molestar a los demás».

Por otro lado, apunta que los que se sientan en el pasillo son todo lo contrario. «Los pasajeros del pasillo son más sociables y definitivamente más receptivos con las personas. También es probable que sean viajeros inquietos y menos hábiles para dormir en los aviones».

El asiento ganador

Si bien muchas aerolines afirman que la reparticín de los asiento es muy equilibrada (y porqué tanta diferencia de precio entre uno y otro entoces??) un estudio realizado por Expedia en 2014 encontró que el 55 por ciento de sus clientes eligió la ventana, frente al 45 por ciento que optó por el pasillo. En 2016, la empresa reveló además que el 34% de los pasajeros estaban dispuestos a pagar más para asegurar un asiento junto a la ventana, en comparación con solo el 15%  que pagaría por un asiento en el pasillo.

Y tu, de que asiento eres?

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