Este proyecto ha sido una de las mejores experiencias que he tenido el placer de vivir en el extranjero, tanto a nivel social, como de aprendizaje personal e intercambio cultural. He podido viajar, conocer un país increíble como es Turquía, y aprender de su cultura y sus hábitos. También he tenido la suerte de descubrir algunos de sus rincones más bonitos, como Cappadocia y Pamukkale. Es una oportunidad única, que recomiendo a todo aquel que quiera romper sus barreras, salir de su zona de confort, y conocer gente nueva de distintos países del mundo.
Comenzando con el proyecto en sí, el cual ha transcurrido durante los dos meses de verano (julio-agosto), resumiré, en la manera de lo posible, aquellas actividades que hemos tenido que desempeñar. El mayor porcentaje del tiempo lo ocupaban las mañanas. Nuestra labor era revisar los nidos de las tortugas, la presencia de nuevos nidos, apuntar datos relativos al índice de natalidad y mortalidad de la especie (Caretta Caretta), y facilitar su llegada al mar en aquellos casos que tuviesen complicaciones para hacerlo por si mismas, entre otras. Esta actividad se realizaba a partir de las 5 am y hasta el final de revisión de todos los nidos por playa. El motivo principal era tratar de evitar las horas de máximo calor, así como aprovechar el período de mayor actividad de las crías. Desde la finalización de esta actividad hasta por la tarde, descansábamos. No era hasta las 17hs o 18hs cuando volvíamos a salir a las playas, esta vez con una nueva función, la limpieza y recogida de residuos.
Mi labor específica como voluntario del proyecto era gestionar la red social Instagram de forma diaria, como medio de difusión del proyecto, centrándome en la obtención de fotografías y videos en formato vertical, así como la publicación de dos fotografías semanales en la cuenta de la organización local. Además, he tenido que grabar contenido filmográfico a lo largo del proyecto para la elaboración de un vídeo resumen final del mismo. A parte, participaba de forma activa en las labores de campo ya que formaba parte de una de mis pasiones y de los estudios realizados en mi carrera universitaria (Ciencias Ambientales).
También hemos realizado actividades en grupo a modo de disfrute, gestionadas por la organización local, tales como visita a museos, ruinas romanas y excursiones en barco y canoas. Disponíamos de dos días libres semanalmente por grupo, ya que nos dividieron en dos grupos para poder ser más eficientes y productivos. Estos días de descanso nos permitieron tener la posibilidad de organizar pequeños viajes por la costa sur de Turquía, y así conocer mejor la zona de la costa y algunos pueblos encantadores.
La estancia allí tuvo lugar en un alojamiento compartido, formado por cuatro apartamentos presentes en la misma casa. La convivencia con personas de distintas nacionalidades y culturas te permite aprender mucho de uno mismo, a la vez que compartir y forjar relaciones muy intensas en poco tiempo. Es interesante ver y poder comparar las diversas formas de vivir que tiene cada persona, sus hábitos y costumbres, y compartirlas de conjuntamente.
A modo de conclusión, diría que este proyecto me ha ayudado a abrir la mente, a enfrentarme a aquellos miedos y situaciones que nunca me vería capaz de superar. A compartirlo con personas nuevas, que luego acaban siendo algo más que un simple conocid@. A aprender de ti mismo, conocerte mejor y valorar la gran oportunidad que estás viviendo, que no todo el mundo tiene la suerte de experimentar. Y por último, a llevarte con ello a unas personas únicas, una experiencia inolvidable y un país y una cultura completamente nueva.