Experiencia del Cuerpo Europeo de Solidaridad

Experiencia de Yaiza en Austria

Reflexionando sobre el último año, me doy cuenta de cuánto he crecido tanto personal como profesionalmente. Trabajar en un país diferente con una nueva cultura me sacó de mi zona de confort y me mostró cómo ser más independiente y de mente abierta.

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Mi experiencia

A lo largo de este año, he aprendido lecciones invaluables sobre empatía, paciencia y comprensión. Trabajar de cerca con personas con discapacidades me ha mostrado la importancia de la comunicación no verbal, ya que a menudo existían barreras idiomáticas. También gané una mayor apreciación por el trabajo en equipo y el esfuerzo necesario para brindar atención y apoyo en un entorno profesional. En un aporte más personal, vivir sola en el extranjero me ha ayudado a desarollar infinitamente más autonomía e independencia, aprendiendo a enfrentar situaciones diarias de la vida en un idioma diferente al materno, por lo que también me siento más segura de mí
misma en cualquier circunstancia que pueda presentarse como un reto.

 

He adquirido una nueva perspectiva sobre los desafíos diarios que enfrentan las personas con
discapacidades. Aprendí que las pequeñas acciones, como ofrecer compañía o ayuda con las
comidas, pueden tener un gran impacto en el día de alguien. También me dí cuenta de lo
importante que es crear un entorno de apoyo e inclusivo, permitiendo que las personas con discapacidades vivan con dignidad e independencia.

 


Una diferencia notable es el enfoque de los servicios sociales y la atención a personas con
discapacidades, pues me he dado cuenta que Austria tiene un sistema bien estructurado, con muchos recursos dedicados a personas con necesidades especiales. En contraste, aunque España también tiene buenos servicios, existen diferencias quizás en cuanto a los recursos o cómo estos se desarrollan en los diferentes países, que pueden afectar la calidad de la atención. Por supuesto, en cuanto al estilo de vida hay una gran diferencia, pues en España siento que tenemos un ritmo más acelerado y vibrante, sin embargo, aquí todo es más relajado y
tranquilo. Esto influye al comportamiento de las personas en los espacios públicos, ya sea
cuando nos movemos en el transporte público, conduciendo o simplemente paseando por la
ciudad. En general, en España somos más ruidosos y estamos acostumbrados a un bullicio
constante de personas, mientras que en Austria la sociedad se comporta de forma más
ordenada y silenciosa. Así mismo, algo que ha llamado muchísimo mi atención es el nivel de
seguridad en la sociedad, tanto que los niños desde pequeños tienen autonomía para desplazarse solos en transporte público, ya sea entre pueblos o dentro de la ciudad.


Mi experiencia ha sido transformadora. Estuve involucrada en todos los aspectos del cuidado
de los clientes: proporcionando compañía en juegos y paseos, asistiendo en las comidas, ayudando con actividades diarias… Así como también participé en tareas más prácticas como la limpieza y organización, siendo soporte para los trabajadores. Esta rutina no solo me dio una visión de la importancia en el cuidado, sino que también me ayudó a construir relaciones
cercanas con los clientes y el personal. En cuanto a la vida del voluntariado fuera del trabajo, he conocido a muchísim@s
voluntari@s con los que he tenido la suerte de compartir tiempo y experiencias; intercambiar
culturas y costumbres; y, sobretodo, ayudarnos y apoyarnos mutuamente, pues a veces vivir en un país extranjero y lejos de la familia se torna bastante difícil.

 


Lo que más destaco de mi voluntariado, sin duda alguna, es el tiempo compartido con los
clientes y, por tanto, haber podido conocerlos mejor y haber desarrollado mutuamente una
conexión genuina, a pesar de la barrera del idioma. Un cliente, por ejemplo, siempre disfrutaba de nuestros paseos y comunicaba su felicidad a través de gestos y sonrisas. Otro momento destacado fue ver la satisfacción de otro cliente al completar tareas juntos, como doblar servilletas para que siempre haya de repuesto en la cocina. Pero el simple hecho de
estar con ellos, ya sea sentados tomando el sol, o jugando a las cartas, ya era tiempo de calidad, tanto para ellos como para mí.


Culturalmente, noté que los austríacos tienden a ser más reservados al principio, pero una vez
que ganas su confianza, son acogedores, similar a cómo son las personas en España. Sin embargo, en España hay una atmósfera más relajada y espontánea, mientras que en Austria hay un mayor énfasis en el orden y la rutina. Por otro lado, existen una gran diferencia cultural en cuanto a los horarios de las actividades diarias, en especial con las comidas, pues aquí en Austria todo se realiza mucho más temprano. Así mismo, las comidas también son muy diferentes si la comparamos con la gastronomía de
Andalucía a la que yo estoy acostumbrada. Por ejemplo, para mí es impensable pensar en un
plato principal que sea dulce, y aquí es algo bastante habitual, pues en mi residencia suelen comerlo para almorzar como mínimo una vez a la semana.

 


Después de este año viviendo lejos de casa me he dado cuenta que, paradójicamente, me siento cómoda estando fuera de mi zona de confort, por lo que me gustaría seguir esta experiencia de vivir en el extranjero. Ahora es momento de regresar a mi ciudad, Málaga, para estar con mi familia y continuar estudiando idiomas y formándome en el campo académico que decidí estudiar, el de la Biología; y con miras de futuro, volveré a salir del país para trabajar como bióloga.


Me llevaré a casa un mayor sentido de paciencia y la capacidad de navegar situaciones donde
la comunicación verbal no siempre es posible. También he aprendido lo importante que es escuchar activamente y estar plenamente presente para los demás, incluso en situaciones desafiantes. Asimismo, me llevo la independencia y autonomía que me ha brindado el vivir este año en el extranjero, no depender de nadie para hacer mis propios planes y llevarlos a
cabo; así como la importancia de saber expresar nuestros sentimientos y deseos, pues no
siempre tenemos que estar de acuerdo con los demás.

 

Este año de voluntariado me ha ayudado a crecer como persona, pues me siento más empática, resiliente y segura de mi capacidad para adaptarme a nuevos entornos y desafíos. También ha
profundizado mi deseo de seguir viajando y descubriendo nuevas culturas y lugares del
mundo, pues cada vez que conocemos nuevas realidades, ampliamos la nuestra.

 

Reflexionando sobre el último año, me doy cuenta de cuánto he crecido tanto personal como
profesionalmente. Trabajar en un país diferente con una nueva cultura, especialmente en un
pueblo tan pequeño como Engelhartszell, me sacó de mi zona de confort y me mostró cómo
ser más independiente y de mente abierta.

 


El mayor desafío fue definitivamente la barrera del idioma en mi día a día, principalmente el alemán, pues cuando llegué a Austria tenía un nivel 0 y eso supuso momentos en que la comunicación fue verdaderamente difícil. Por otra parte, entre los voluntarios nos
comunicábamos en inglés y eso es algo que también supuso un reto para mí, pues ni el inglés ni el alemán son mi lengua materna, lo que significa tener que desenvolverte siempre en una
lengua diferente. Sin embargo, esto también me enseñó a mejorar otras formas de comunicación no verbal, como el lenguaje corporal y el tono de voz. Otro desafío fue adaptarme a un ritmo de vida más lento, donde las actividades diarias se realizan más temprano y no se vive tanto tiempo en el exterior, en general, pues las condiciones atmosféricas aquí son bastante determinantes para las actividades que se pueden
realizar. Lo que me lleva a decir que un tercer desafío para mí fue vivir en un país con un clima mucho más frío al que yo estoy acostumbrada, algo que emocionalmente es imposible
que no afecte, pues llegan a haber meses donde no aparece el sol.

 

¿Qué incluyen nuestras plazas?

Viaje

Un billete de Ida y Vuelta

Curso idiomas

Aprenderás el idioma del país

Dinero bolsillo

Cantidad fija al mes para tus gastos

Alojamiento y gastos casa

La casa y los gastos los cubre el programa

Seguro

Seguro gratis accidentes y responsabilidad civil

Comida

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