Tras tres semanas aquí en Savona con el Cuerpo Europeo de Solidaridad y ya puedo con certeza hablar de mis primeras impresiones.
El por qué de venir a Italia estaba bastante claro. Tener la oportunidad de aprender una nueva lengua, en un país tan bonito como Italia, con una cultura aparentemente tan similar a la mía, ya pintaba de primeras como una buenísima idea y una gran experiencia. Así que aquí que me vine.
Hace ya tres semanas llegamos a Savona, y tras unos días de adaptación a la que ahora es ya nuestra casa, nos hemos puesto manos a la obra.
Lo que nos decían los primeros días las y los voluntarios que ya llevaban un tiempo aquí es que al ser un sitio pequeño, siempre que sales a la calle, te encuentras con alguien que conoces; y así es. Y eso para mí, siendo de Madrid, que jamás de los jamases me cruzo con alguien conocido más allá de los límites de mi barrio, tiene un algo especial.
A finales de la semana pasada ya empezamos con las lecciones de italiano. Que cierto es que siendo española, si te hablan despacio te enteras, pero ya era hora de empezar a ver la gramática real y dejar poco a poco a un lado el Itañolo.
Y mientras, dedicamos algunos días a visitar una residencia de mayores, uno de esos lugares que por muchas veces que visites, siempre te marcan de una manera u otra; y en el otro extremo del ciclo vital, conocimos a los peques con los que vamos a trabajar este próximo año. Niñas y niños cargados de energía que nos han recibido con los brazos abiertos.
Y también hemos estado en un par de ocasiones con personas migrantes y solicitantes de asilo que están en Savona esperando a la resolución de sus solicitudes. Personas que te abren los ojos ante la crueldad de lo que se está viviendo en el mundo. Personas a las que se les considera migrantes por venir del sur, mientras que a nosotros, que también lo somos, solo que con un color de piel distinto, y viniendo del norte, digamos que se nos otorga una suerte y un trato muy distintos.
Así que este es el panorama un poco general de las primeras semanas. Encuentros que te marcan de una manera u otra, primeros días de trabajo, y mucha mucha ilusión.
Empieza un año cargado de experiencias nuevas y retos grupales y personales.
Os contaremos más muy pronto.
Abrazos desde Savona,
Isa Santelesforo
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