Se dice que todo en esta vida ocurre por un motivo. También se dice que para que algo ocurra, uno debe poner de su parte para favorecer ese suceso. Unas veces se fracasa y otras se alcanza el éxito. Pero lo que es innegable es que si no hay predisposición de hacer que algo suceda nunca sucederá.
Después de tres años de vida universitaria en Almería llegaba el momento de iniciar una nueva etapa, esta vez entre Pinoso, mi pueblo de toda la vida y Murcia, compaginando trabajos a tiempo parcial con estudios. Pronto advertí de la importancia de mejorar la lengua inglesa tanto para mi futuro profesional como para mi vida personal, por lo que decidí ponerme al día con el idioma, que no había vuelto a tocar desde el instituto.
Considerando durante varios años la posibilidad de irme una temporada a vivir a un país anglófono para darle un empujón al inglés, por fin llegó el momento en el otoño del 2014 cuando tomé rumbo hacia Inglaterra. No fue una decisión fácil puesto que nunca había salido de España para un largo período de tiempo. Pero después de lo vivido, debo decir que ha sido una de las experiencias más gratas y enriquecedoras que he tenido en mi vida.
Pero como todo en esta vida, todo tiene un comienzo y un final, y el final de esta etapa en un pueblecito de Inglaterra llamado Totnes, donde he tenido la suerte de hacer grandes amigos y de conocer gente muy interesante, ha llegado para dar paso al comienzo de una nueva aventura. Aventura que comenzará en breve y tendrá como destino Nicosia.
Por el momento he decidido hacer una pequeña parada en mi pueblo de origen para disfrutar del calor de la familia y los amigos. Pero pronto conoceremos más detalles sobre esta nueva etapa en la isla situada en la parte más oriental del Mar Mediterráneo.
Mi primera semana de voluntariado europeo en Chipre
Hace una semana que llegué a Nicosia, capital de Chipre. Después de un día agotador de vuelos desde Alicante a Bucarest y posteriormente a Larnaca, por fin llegué a media noche al que a partir de ahora y durante un año va a ser mi hogar. El motivo de viajar a Larnaca y no a Nicosia es principalmente porque actualmente el aeropuerto de Nicosia se encuentra abandonado y en desuso debido a los ataques sufridos durante la ocupación turca en la isla en 1974, pero ya hablaremos de esto más adelante. Desde el aeropuerto de Larnaca a Nicosia hay líneas de autobús regulares, por lo que no es difícil llegar a la capital.
Llegado a la estación de autobuses en Nicosia, vino a recogerme un tipo muy simpático llamado Loizos, que viene a ser como Luis, me llevó hasta casa y esa misma noche conocí a uno de mis compañeros de casa Benjamin, natural de Hungría, que de manera muy amable me enseñó la casa y me mostró mi habitación.
Al día siguiente conocí a mis otras dos compañeras, Gioia y Bárbara, de Italia y Portugal respectivamente. Ya que el día anterior fue agotador debido al viaje, Dimitris, nuestro “jefe” más cercano nos citó a las 12:00 del mediodía. Una de las características de los chipriotas es que no se toman las los horarios muy a rajatabla, algo que me resulta vagamente familiar. Primer contacto con el barrio para tener localizado el supermercado, la oficina postal, y nuestro lugar de trabajo. Todo a mano, vamos. Y aunque no vivimos cerca del centro no importa, aquí las distancias no son excesivamente largas. Por la noche, conocí a la que a partir de ahora será mentora (y mejor amiga) Elli. Nos llevó a una jam session a un bar muy majo en la zona residencial de Nicosia. Nada mal para empezar.
El segundo día en Nicosia comenzó nuestro particular periodo de formación. Por la mañana fuimos a visitar un centro llamado Cyprus Community Media Centre, y posteriormente otro centro justo al lado llamado Home for Cooperation (H4C), con la particularidad de que ambos se encuentran en la Buffer zone o, para entendernos mejor, la zona neutral controlada por la ONU y que separa la parte griega de la parte turca de Nicosia. Por la tarde, ya en la oficina, recibimos algunas nociones sobre el uso de diferentes plataformas online para desarrollar y promover las actividades que vamos a realizar de ahora en adelante.
El miércoles, fuimos a visitar un centro de Cáritas, en el que a partir de ahora acudiremos una vez por semana a echar una mano a Gesha, una persona increíble que dedica día sí y día también a ayudar a los más desfavorecidos. Inmigrantes, refugiados, asilados políticos, o simplemente gente sin recursos acuden cada día con la esperanza de mejorar su situación. Ya por la tarde, más training en la oficina sobre como planificar actividades y eventos.
El jueves realizamos una visita turística programada por la parte antigua de la ciudad y conocimos más detalladamente algunos de los rasgos que caracterizan a la ciudad, como por ejemplo la influencia arquitectónica de los venecianos (el muro que rodea la parte antigua de la ciudad es su construcción más destacada), su apego a la Iglesia Ortodoxa o que Nicosia es actualmente la única capital dividida del mundo.
Y para terminar la semana, más horas de formación en la oficina y por la tarde vuelta al CCMC. Allí tuvimos una reunión con la encargada del estudio de radio. Nos estuvo explicando de manera general el funcionamiento de la radio ya que este será a partir de ahora otra de nuestras actividades, realizar un programa de radio una hora por semana. Estoy abierto a temas de los que hablar.
El fin de semana ha sido bastante tranquilo. Después de una semana llena de novedades y cargada de información, ha sido bueno tener tu tiempo para asimilar todo lo que hemos visto y todo lo que tenemos por delante.
Si queréis podéis consultar mi blog personal con todas las semanas de mi voluntariado europeo en Chipre: http://losviajesdejohnniefields.com/
Escrito por Juanjo, voluntario europeo en Chipre
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