Que Chipre es un paraíso terrenal todos deben saberlo. Pero la experiencia que nosotros vivimos allí traspasó las barreras de todo terrenal. Ésta vez el lugar fue Paralimni, una pequeña ciudad situada al sudeste de la Isla. Sus playas, sus gentes… todo parecía ser ficción de un sueño sobrevenido.
Me inscribí a esta experiencia para poder aportar mi granito de arena al controvertido tema de los refugiados, una crisis que lejos de quedar olvidada, cada día se afianza más y más. Por ello, un grupo de jóvenes de cinco países distintos de toda europa (Chipre, Bulgaria, Italia, España, Ucrania) nos reunimos para tratar los principales temas del conflicto y buscar posibles soluciones, a través del diálogo, el debate, distintas actividades y sobretodo compartiendo puntos de vista.
Lo que siempre me quedo de éstas experiencias es que, además de hacer algo útil por la sociedad europea, te ayuda a mejorar en tus aspectos personales: Conoces gente de todos los países, eliminas tus prejuicios, creas vínculos afectivos como si de una familia se tratase, desarrollas tu capacidad de empatía, de diálogo, geografía, discurso ante el público y por supuesto es una gran fuente de mejora del idioma.
Si la vida te ofrece una oportunidad como ésta, deja atrás tus miedos y atrévete a vivir una experiencia única en la vida. Nosotros lo hicimos y ahora somos una familia enorme.
Por supuesto agradecer a la asociación Building Bridges la oportunidad, por acompañarnos en este viaje.
Escrito por Sarah , becaria Erasmus en cursos en Chipre
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