Hola! Me llamo Isaac Cordón y llevo 9 meses en Rumanía haciendo un Servicio de Voluntariado Europeo (EVS) y sinceramente no sé cómo empezar a describir esta increíble experiencia. Son tantísimas las historias, viajes, personas, que se acaban convirtiendo en amigos o incluso en familia o si más no en muy importantes en el día a día, enseñanzas, conocimientos… todo esto es sólo una pequeña pincelada de las cosas que te pueden llegar a pasar cuando vives en el extranjero.
Todo empezó un 2 de febrero de 2015, en el aeropuerto de Barcelona, en ese momento no me podía ni siquiera imaginar como iba a cambiar mi vida tan sólo 9 meses después. Allí conocí a las que iban a ser mis compañeras en este viaje, proyecto y con el tiempo mi familia y parte imprescindible en mi día a día, concretamente a Ruth (País Vasco) y Miriam (Galicia).
Pero la cosa no quedó allí, sólo una semana más tarde conocí a los demás integrantes de mi proyecto, dos chicas italianas y tres personas más de Jordania. Cada uno con sus historias y un sinfín de cosas por aprender de ellos. De entre ellos tengo que destacar la especial relación con una de las chicas de Italia, su nombre es Margherita, la cual es la definición de bondad y dulzura y todas las cosas buenas que te puedas llegar a imaginar.
Los días fueron pasando y con ellos, cada vez aprendiendo más y más cosas y así llegamos hasta el día de hoy, nueve meses después y el tiempo ha pasado súper rápido, casi sin darme cuenta. Pero eso sí, hoy me siento una persona totalmente distinta, son tantas las cosas que he aprendido, vivido, tantos lugares que he visitado, personas que he conocido… que tengo la sensación que necesitaré como mínimo tres años para poder asimilarlo todo.
Y ahora llega el momento de las conclusiones y consejos. Por favor si algún momento te has planteado viajar o hacer un EVS, por favor no te lo pienses más, hazlo, será una experiencia única en tu vida de la que sólo te llevarás enseñanzas y cosas buenas. Para mí es una de las mejores decisiones que he tomado en mi vida y no me he arrepentido ningún día de la decisión que tomé.
A los acróbatas de la distancia… muchas gracias a todos aquellos que han estado allí en un momento otro y que me han enseñado cualquier cosa, por insignificante que sea!
Nos vemos pronto, un abrazo bien fuerte!
PD: También quiero agradecer, y mucho, a mi familia y amigos, los cuales siempre han estado al lado mío apoyándome y siempre dispuestos a hacer una llamada o un Skype fuese el momento que fuese. Incluso mis padres se han convertido casi en maestros de la tecnología para poder seguir mí día a día, ya sea con fotos que les envío o con las redes sociales.
How lucky I am to have something that makes saying goodbye so hard (Qué afortunado soy de tener a alguien que hace que decir adiós sea tan difícil).
Escrito por Isaac Cordón, voluntario europeo en Rumanía
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